Me planto, a veces, absorta ante los hechos.
Sonrío con timidez y se tensa el ambiente.
Niñita anestesiada, calmando las revoluciones…
En tiempos entre líneas porque no hay retirada.
Contadas carcajadas aumentan mi desidia,
En superfluos intentos por…
Motivar-me.
Enajenar-me.
Por tu irradiar luz dónde no será recibida…
Fundí en tus manos poderosas el primer intento,
Un acelerado y vertiginoso idilio,
Que patalea en la vereda de las tantas/muchas/excesivas manoseadas sensaciones.
Las primeras, porque valen…no segundas, menos terceras.
Yo me pierdo a ratos porque me encuentro en otros tantos.
Que sea entonces algún cinismo mi cable a tierra…
Y que inunde mis ganas de meterme todo al bolsillo
cuando apague todas las ideas, todas, todas.
Me entretengo entonces versando sensaciones en esta madrugada…
Dígalo después de mí, lentamente y con sentimiento:
"Aquí no hay indiferencia, nunca la hubo…vea ud. si la habrá".
[los quince adictos como cho saben decir que no...]
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