Tendida sobre cualquier cosa, pensando
qué supérflua escena, qué estúpido encanto
demasiadas miradas siguen, se retuercen
mientras saboreo el incómodo silencio
en tantas noches de gratuitas ofensas...
Seguirá sonando hasta que el freno escupa,
cuando quiera, la solución inesperada...
y lo poco que conservo con respeto,
lo llevaré a cuestas y moldearé...
sin ganas de vaticinar derrumbe alguno
sin necesidad de engatusar por mero gusto.
Algún amargo verso, algún jodido beso
el instante exacto cuando mi mundo se resuelva,
o se revuelva...
y mareada me deje tirada en la vereda,
bajo algún farol desconocido, junto a algún graffiti invasor.
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